Con un ritual empezó ayer a las 12:30 la Marcha por el agua, la vida y la dignidad de los pueblos.
El punto de partida fue la parroquia el Guismi del cantón El
Pangui, en Zamora Chinchipe. Unas 500 personas de 22 organizaciones
sociales del país llegaron para concentrarse y partir hasta la ciudad de
Quito.
El prefecto de Zamora Chinchipe, Salvador Quishpe, uno de los
líderes de esta iniciativa, reiteró que la marcha persigue varios
objetivos, entre los cuales están el actuar antes de una aprobación de
la Ley de Aguas, que haya un libre acceso a la educación superior, que
se deje de lado la “persecución a los productores del campo”.
Asimismo, otro de los fines de la movilización es respaldar al
exasambleísta Cléver Jiménez. La esposa y la hija del exlegislador se
unieron ayer a la ceremonia de inicio de la movilización.
Quishpe dijo que “más de 200 compañeros” han sido perseguidos a escala nacional “por el solo hecho de decir lo que pensamos”.
Durante su sabatina de ayer, el presidente, Rafael Correa, habló
sobre la marcha y criticó a los organizadores. Dijo que no tienen claro
ni por qué van a marchar, los relacionó con quienes obtuvieron “solo un
3% de la votación en las elecciones” de 2013 y terminó diciendo: “Que
sigan nomás marchando, que en el 2017 también los vamos a hacer marchar
en las urnas”.
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