Las FARC
iniciaron hoy su cuarto cese el fuego desde que negocia un acuerdo de
paz con el Gobierno en La Habana y en esta ocasión lo hizo para no
interferir en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que el
15 de junio enfrentará al presidente Juan Manuel Santos y a Óscar Iván Zuluaga.
A diferencia del declarado para la primera vuelta, en esta ocasión
el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla del país,
no secundó el cese el fuego al alegar que el Gobierno lo utiliza "para
sacar ventaja militar", pero aseguró que no hará nada que perjudique el
proceso electoral.
"El mecanismo del cese del fuego puede ser válido cuando haya
sensatez y reciprocidad por parte del Estado y en provecho de los
intereses populares y no para sacar provecho militar", dijo el Comando
Central del ELN en un comunicado.
El Secretariado -máximo órgano- de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC), por su parte, ordenó a sus unidades
la "suspensión de acciones ofensivas contra las fuerzas enemigas y la
infraestructura estatal" desde hoy a las 00.00 hora local (05.00 GMT)
hasta la medianoche del 30 de junio.
Durante las primeras horas del cese el fuego no se han reportado
acciones ofensivas de las FARC, aunque algunas regiones en las que
actúan son tan remotas que la información tarda en divulgarse.
El candidato uribista Zuluaga, que ganó la primera vuelta con un
29,25 % y enfrentará a Santos (25,69 %) en la segunda ronda, criticó a
las FARC por decretar una tregua temporal y no permanente.
"Si las FARC anuncian una tregua por época de elecciones me dan la
razón para que lo hagan de manera permanente", dijo Zuluaga, quien de
ganar exigirá un cese el fuego con condiciones a la guerrilla para
seguir con los diálogos de paz, además de otras demandas.
Se trata del cuarto cese el fuego declarado por las FARC desde que
empezaron los diálogos de paz en La Habana en noviembre de 2012, después
de los que realizaron con motivo de los dos periodos navideños y de la
primera vuelta presidencial del 25 de mayo.
En esta última, la tregua que se prolongó durante nueve días, desde
el 20 hasta el 28 de mayo, y a diferencia de las anteriores, las FARC y
el ELN cumplieron por completo las órdenes de suspender las acciones,
según un informe de los analistas de la Fundación Paz y Reconciliación.
Las FARC se vieron involucradas en tres acciones armadas, dos de
ellas defensivas, por lo que no habrían violado el alto el fuego,
mientras que en la tercera "existen dudas sobre la forma cómo se
produjeron los hechos", según el informe.
En esa ocasión, las dos unidades guerrilleras que habían sido
consideradas como disidentes por esta Fundación, el Frente 36
(Antioquia) y el 57 (Chocó), muy involucrados con el negocio del
narcotráfico, también acataron las órdenes del Secretariado.
Pese a la inactividad de FARC y ELN, durante esos días ocurrieron
dos acciones armadas contra la fuerza pública en la región del
Catatumbo, fronteriza con Venezuela, en las que perdió la vida un
policía y otro resultó herido, hechos atribuidos a un reducto del
Ejército Popular de Liberación (EPL) dedicado al narcotráfico.
En su programa electoral, Santos propone seguir con los diálogos de
paz iniciados con las FARC que ya encaran la recta final tras la firma
de tres de los cinco puntos de la agenda, mientras que Zuluaga prometía
suspender el proceso pero moderó su propuesta tras una alianza con la
excandidata conservadora Marta Lucía Ramírez.
A raíz de esta posición sobre el proceso de paz de La Habana la
izquierda colombiana ha brindado un insólito apoyo a Santos para la
segunda vuelta.
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