El presidente Rafael Correa arremetió
contra la derecha estadounidense y lo que calificó como la
"restauración conservadora", al tiempo que defendió a la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) como "alternativa" a la Organización de Estados Americanos (OEA).
Una alternativa que Correa describió con términos como
"latinoamericana" y "nuestra", frente a la influencia que han tenido en
la región los países "hegemónicos" que, según dijo, controlan la OEA,
con sede en Washington.
El mandatario, en un encuentro con medios de comunicación
extranjeros, criticó la negativa del secretario general de la OEA, José
Miguel Insulza, a trasladar la sede de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH), dependiente del organismo continental, fuera de
EE.UU., tal como reclama Ecuador.
"Saquemos todo mejor de Washington, creo que es una solución más
pragmática y coherente", declaró, en una referencia a la OEA y a la
CIDH, y reiteró que Ecuador no estará en la próxima cumbre de Las
Américas, en Panamá en 2015, si no participa Cuba.
Cuba no ha querido regresar a la OEA, pese a haberse levantado hace
años la suspensión como miembro de esa organización que se le impuso en
1962.
"Es inadmisible una Cumbre de las Américas sin Cuba, como era
inadmisible una cumbre de la OEA sin Cuba. Ya, eso no puede tolerar
América Latina", aseveró.
El presidente ecuatoriano expresó su deseo de que la Celac, cuya
presidencia de turno le corresponde a Ecuador en 2015, siga impulsando
la integración regional frente a un sistema interamericano que "no está
funcionando" y que apenas aborda temas como las reclamaciones argentinas
sobre las islas Malvinas, la base estadounidense de Guantánamo y el
"criminal bloqueo a Cuba".
Correa reiteró sus argumentos sobre la infiltración en contra de
gobiernos progresistas con financiación de la derecha norteamericana y
con el apoyo de gobiernos de otros países a través de organizaciones no
gubernamentales.
"Estamos infiltrados por todos lados", dijo el gobernante, quien
invitó a los ciudadanos "a ser conscientes de lo que está sucediendo" y
planteó la conveniencia de que la Celac aborde dar una "respuesta
regional" ante la acción de estas organizaciones que, según dijo,
constituyen "alternativas antidemocráticas e ilegítimas" a los Estados.
Y se refirió de nuevo a la "contraofensiva conservadora" al
comentar sobre la presencia de gobiernos progresistas en países de
Centroamérica como Nicaragua o El Salvador, aunque dijo que éstos, por
su escasez de recursos, tienen un pequeño margen de maniobra frente al
capital trasnacional.
"Ha faltado en Sudamérica mucha integración con Centroamérica",
indicó en ese sentido el gobernante, quien admitió que "hay una deuda
que saldar" con esos países y abogó por avanzar en la integración con
esa región tanto desde la Unasur como desde el gobierno ecuatoriano.
Además de lo político, el proyecto integrador que defiende Correa
debe incluir también instrumentos y organismos económicos como el Banco
del Sur y del Fondo de Reservas del Sur, que permita aumentar los
recursos regionales y reducir la necesidad de fondos de reservas en cada
país.
Estos mecanismos, junto al impulso de un sistema de compensación
regional como el ya existente Sucre (Sistema Unitario de Compensación
Regional) evitarán "que estemos financiando al primer mundo" y
transfiriendo riqueza neta a otros países, dijo.
Todo ello forma parte de la "nueva arquitectura financiera" que
defiende el gobierno del país andino y que debería incluir asimismo una
"moneda regional del sur", señaló Correa quien reconoció que es difícil
avanzar en este ámbito por las dificultades de integración.
"Tenemos que hacerlo mejor y mucho mas rápido", apostilló.
Sobre las relaciones con EE.UU. y la próxima visita a Quito de la
subsecretaria de Estado para Latinoamérica, Roberta Jacobson, aplazada
para julio, Correa dijo que no está al corriente de la agenda, ya que
ella tendrá que entrevistarse con un funcionario de su nivel, no con el
presidente.
Según la cancillería ecuatoriana, en ese encuentro, previsto para
la primera quincena de julio, se preparará una visita del secretario de
Estado, John Kerry.
Ecuador ha pedido informaciones y explicaciones sobre varios
asuntos bilaterales, como las extradiciones de ecuatorianos requeridos
por la justicia radicados en EE.UU., y sobre la supuesta participación
de la CIA en un ataque armado colombiano en 2008 a una base que las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habían instalado
clandestinamente en territorio ecuatoriano.
El presidente ecuatoriano expresó su deseo de que la Celac, cuya presidencia de turno le corresponde a Ecuador en 2015, siga impulsando la integración regional frente a un sistema interamericano que "no está funcionando" y que apenas aborda temas como las reclamaciones argentinas sobre las islas Malvinas, la base estadounidense de Guantánamo y el "criminal bloqueo a Cuba".
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