El Ejército iraquí informó hoy que ha matado a 279 terroristas en
las últimas 24 horas en ataques en las provincias de Saladino (al norte
de Bagdad), Diyala (este) y Nínive (norte).
En una rueda de prensa en Bagdad, el portavoz de las Fuerzas
Armadas, Qasem Ataa, advirtió de que sus tropas proseguirán lanzando
ataques con respaldo aéreo contra los insurgentes suníes liderados por
el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL).
En las citadas provincias, las Fuerzas Armadas incendiaron, además, 14 vehículos cargados con armas y con rebeldes. La aviación destruyó también el supuesto escondite donde se encontraba la jefatura del EIIL, en la base Al Qayada.
Ataa destacó lo sucedido en la localidad de Tel Afar, en la
provincia de Nínive, donde las fuerzas de seguridad con la ayuda de los
vecinos repelieron un ataque de los insurgentes y mataron a decenas de
ellos.
Otros treinta supuestos miembros del EIIL fueron abatidos en el
norte de la provincia de Babel, a unos cien kilómetros al sur de Bagdad,
señaló Ataa.
"El Ejército ha recuperado la iniciativa. Las Fuerzas Armadas
avanzan gradualmente en las zonas controladas por los terroristas",
subrayó.
Como ejemplo, el portavoz apuntó que las autoridades han retomado
el control de la población de Azim, en Diyala, que había caído en manos
de los insurgentes.
Ataa aseguró que la situación en Bagdad está "totalmente
controlada" y que están llevando a cabo operaciones militares
preventivas.
Irak se encuentra sumido en un conflicto armado desde la semana
pasada, cuando insurgentes suníes liderados por el EIIL lanzaron una
ofensiva en el norte del país.
Los rebeldes se han hecho con el control de varias zonas, entre
ellas Mosul (la segunda ciudad del país y capital de Nínive), y amenazan
con avanzar hasta Bagdad.
Ante esta situación, el papa Francisco manifestó su preocupación
por los últimos acontecimientos producidos en Irak, donde se enfrentan
las fuerzas del Gobierno iraquí y los yihadistas suníes, liderados por
el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL). "Os
invito a todos a uniros a mis oraciones por la querida nación iraquí,
sobre todo por las víctimas y por quienes sufren las consecuencias de la
violencia, en particular por muchas de esas personas, entre ellas
muchos cristianos, que han tenido que abandonar sus hogares", refirió el
pontífice.
Por último, el papa reivindicó "seguridad, paz y un futuro de
reconciliación y justicia" para que todos los iraquíes "puedan construir
juntos su patria y la conviertan en un modelo de convivencia".
Un mensaje similar al expresado durante la audiencia general del
pasado 30 de octubre, tras la cual el papa saludó a una delegación de
superintendencias iraquíes representantes de los diversos grupos
religiosos presentes en el país.
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