"Por ahora es que en 2017 yo me
retiro", afirmó hoy en una entrevista con Efe el presidente Rafael
Correa, pero matizó que aunque su decisión personal está tomada, también
tiene "la inmensa responsabilidad de garantizar este proyecto
político".
El presidente ecuatoriano concluyó hoy una visita a España, en la
que se entrevistó con las autoridades, recibió una doctorado "honoris
causa" en la Universidad de Barcelona por su política de fomento a la
educación y lucha contra la desigualdad, y se reunió con emigrantes que
salieron del país a raíz de la grave crisis financiera de 1999.
P.- En sus reuniones con el Rey y con el presidente del
Gobierno, Mariano Rajoy, ha pedido intermediación con la UE para
flexibilizar la política de visados hacia su país. ¿Cómo están las
relaciones bilaterales?
R.- El objetivo del viaje a España era aceptar la gentileza de la
Universidad de Barcelona de otorgarme el doctorado "honoris causa".
También siempre ha habido una deferencia enorme por parte de su
majestad el rey Juan Carlos, el presidente Rajoy y también del ex
presidente (José Luis Rodríguez) Zapatero cada vez que se enteran de que
llegamos a España.
Con Rajoy, conversamos de varios tópicos, uno de ellos un poco
incómodo para nosotros, porque teniendo en cuenta que Ecuador en estos
momentos esta atravesando un gran momento económico, político y social..
y con paz social... y que a los ecuatorianos se les siga exigiendo la
visa para viajar a la UE (requisito que se va a eliminar para los
ciudadanos de Colombia y Perú).
(Rajoy) va a presentar esta inquietud a la UE y también hablamos sobre el acuerdo comercial con la UE.
Las relaciones pasan por un extraordinario momento con España.
P.- Ecuador encadena años de crecimiento y se abren nuevas
oportunidades por las que retornan miles de emigrantes, que también
atraen a españoles ¿En qué sectores son más demandados?.
R.- Ecuador es un país de renta media y Naciones Unidas nos ha
subido la categoría de nivel de desarrollo humano medio a alto. Estamos
avanzando.
En este momento de desarrollo, Ecuador no necesidad caridad, necesita oportunidades.
No se necesita la cooperación de antes, euros para construir una
escuelita. Eso lo podemos hacer nosotros con nuestros recursos. Lo que
necesitamos es el apoyo de países amigos, como España, y hemos obtenido
apertura, como siempre.
Necesitamos ayuda para crear talento humano, ciencia, tecnología.
Para ello, hemos firmado acuerdos con cuatro universidades españolas e
institutos de investigación. Son bienvenidos académicos y científicos
españoles.
Están viniendo miles de españoles a Ecuador y siempre son
bienvenidos. Estamos muy agradecidos con lo que hicieron con nuestros
emigrantes.
El rector de la Universidad de tecnologías experimentales es un
catalán y el gerente del hospital que mas pacientes atiende a nivel del
país es español y lo esta haciendo muy bien, así que es una ayuda para
nosotros. España tiene mucho talento humano que necesitamos para saltar
etapas en el desarrollo de Ecuador y creo que también en algo ayudamos a
paliar la crisis en España. Mucha gente en el paro que puede tener
oportunidades en Ecuador.
Entendemos que la mejora de la educación pasa por mejores docentes y aquí si que no podemos caer en falsos nacionalismos.
P.- Ha dicho que salir de la crisis es una cuestión política. ¿A qué recetas se refiere?.
R.- Salir de la crisis es una cuestión política, de relación de poderes. El asunto no es técnico, es político.
Una vez que se toma la decisión política, ahí viene la parte
técnica, pero se nos quiere hacer creer que la decisión no es política y
el asunto es solamente técnico.
Se está manteniendo el "status quo" y la supremacía del capital sobre todo el capital financiero, sobre los seres humanos.
Todo lo que se está haciendo para superar la crisis en Europa es en
función de ese capital financiero. Y temo que, con eso, Europa va a
demorar más en superar la crisis y el coste de esa crisis no va a caer
sobre el capital sino sobre los ciudadanos.
Y eso es aplicable a América Latina. La superación de las crisis y
el desarrollo, en general, es básicamente, no exclusivamente, un
problema político.
Cuando Cristóbal Colón llegó a América si hubiera habido un
economista en las carabelas, hubiera dicho que América Latina se iba a
desarrollar más rápido que América del Norte, porque teníamos
civilizaciones bastante estructuradas que manejaban adecuada tecnología,
recursos naturales iguales o mayores que América de Norte y ocurrió lo
contrario.
El primer paso para el desarrollo en América Latina es superar la
pobreza y la inequidad. Tenemos los recursos necesarios para eliminar la
pobreza en América Latina, si la riqueza estuviera mejor distribuida.
Lo primero es cambiar la relaciones de poder, que pase de las
minorías a las grandes mayorías. También con el apoyo de la ciencia,
tecnología, innovación y para eso se necesita talento humano.
En la crisis europea hay una crisis de coordinación. Si España
tuviera un problema para hacer casas sería un problema estructural, pero
si resulta que hay casas y hay gente sin casa, es un problema de
coordinación de política económica.
Pero con política económica usted elige quien gana y quien pierde
para superar una crisis. Creo que a nivel europeo se está eligiendo
proteger al capital extranjero, no a los ciudadanos.
P.- ¿Cómo está la relación con Estados Unidos y en que
situación está el caso del exceso de militares estadounidenses en la
embajada en Quito?.
R.- Sí, lamentablemente las relaciones bilaterales pasan por
fricciones, no tenemos por qué ocultarlo. Por eso nos quieren hacer
pasar a veces con mucha mala fe como antinorteamericanos. Eso es
absurdo, yo he vivido en Estados Unidos, tengo dos títulos académicos,
admiro mucho a ese país, pero siempre vamos a denunciar las políticas
que nos perjudiquen, que van contra el derecho internacional, vengan de
donde vengan. Y lamentablemente eso sucede en el caso de EE.UU.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, financiada por
Washington, tiene sede en Washington, pero no han ratificado la
convención sobre la que se sustenta la Comisión. Es decir, pagan para
controlar a los latinoamericanos. Eso sólo tiene un nombre:
neocolonialismo. Y en el siglo XXI no puede ser tolerado.
Seguiremos denunciando esas inconsistencias y dobles estándares,
más aún cuando tratan de impedir los cambios en Ecuador y desprestigiar
al país.
Sobre la presencia (alta) de militares estadounidenses, son cosas
que parecen normales, pero son escandalosas. Y como nosotros lo
denunciamos somos antinorteamericanos. ¡Qué pena!. Eso tensa las
relaciones pero vamos a hacer respetar la soberanía del país y no
aceptamos neocolonialismo.
P.- La CIDHH ha denunciado falta de independencia judicial en Ecuador y también abusos contra la libertad de expresión.
R.- Es burocracia internacional financiada y con sede en
Washington. No son opiniones vinculantes. Uno está obligado a cumplir lo
que firma en el derecho internacional. Ecuador se ha comprometido a
defender los derechos humanos, pero esta gente quiere que aguantemos sus
novelerías.
Nos pusieron una demanda penal, acusándome de crímenes de lesa
humanidad, una serie de mentiras. Fui investigado nueve meses. Tuvimos
que pedir una certificación internacional de que no había habido
delitos. Se desechó la demanda.
Es un delito la denuncia falsa y la simulación de delito, como en
España. Se los juzga en un juicio abierto que duró dos años. Fueron
condenados a 18 meses de prisión. La Comisión Interamericana pide
medidas cautelares y argumenta que acusar de genocidio al presidente
forma parte de la libertad de expresión.
De ahí vienen todos esos cuentos que no se respeta la libertad de expresión y no hay independencia judicial.
Yo he vivido en Europa y en EEUU. Sé lo que es la libertad de
prensa y no tiene nada que ver con la prensa latinoamericana. Creen que
porque son medios privados pueden publicar lo que quieran. Eso se llama
censura previa, manipulación, creen que pueden mentir.
La ley da derecho de réplica, les obliga a rectificar, pero no lo pueden aceptar porque estaban acostumbrados a la impunidad.
P. ¿Ha decidido ser de nuevo candidato en 2017? ¿Si así fuera, tendrían que modificar la Constitución o hacer un referéndum?
R.- En principio he decidido no ser de nuevo candidato. Para serlo
tendría que haber una reforma constitucional que se está discutiendo,
pero independientemente de lo que se acuerde mi decisión es aparte.
Lo que sí nos molesta un poquito es que nos quieran condicionar. Por ahora es que en 2017 yo me retiro.
Es una enmienda. Hay dos clases de reforma constitucional; la
enmienda, que puede ser por dos tercios de la Asamblea y reforma
propiamente, que requeriría un referéndum.
Mi decisión personal está tomada, pero también tengo una inmensa responsabilidad de garantizar este proyecto político.
Está claro que hay una contraofensiva conservadora en América
Latina. Al principio de este siglo, con (Hugo) Chávez, empezaron unos
gobiernos progresistas y EEUU no sabía qué hacer, la derecha estaba
destrozada, pero ya se han articulado, ya hay cohesión. Tratan de
posicionar sus mentiras. Todo puede ser revertido en América Latina.
P.- ¿Cómo ve la crisis política en Venezuela?
R.- Hace falta más diálogo y con los sectores democráticos es
posible. De hecho se ha logrado sentar a la mesa de negociación. Pero
que nadie se engañe, hay grupos violentos que querían desestabilizar al
gobierno legítimamente electo.
La estrategia de convocar a marchas por un motivo legítimo ya la
conocemos. Va gente de buena voluntad, pero siempre hay quien quiere
provocar violencia e incidentes hasta que un policía pierde la cabeza y
nos llaman represores.
En Venezuela la mitad de los muertos vienen de los que protestan,
no del gobierno. Quizá también ha habido exceso de la fuerza pública,
pero usted cómo controla a decenas de miles de policías provocados día y
noche, permanentemente. Llevan tres meses las protestas en Venezuela,
hay que estar muy atentos. Por supuesto nosotros siempre vamos a
privilegiar una salida pacífica hasta un punto inclaudicable: se debe
respetar el gobierno legítimamente electo, se debe respetar la
democracia en Venezuela.
P.- ¿Cree que el gobierno venezolano está manejando bien la situación?
R.- Nos conocemos de memoria esa estrategia. Lo que me paso hace
unos días en Barcelona. Había unas 3.000 personas, se infiltró un tipo y
empezó a gritar y a interrumpir el discurso del presidente. ¿Qué es lo
que tiene que hacer, callarse el presidente? No, lo tiene que sacar la
fuerza pública. Ah, entonces represión a la libertad de expresión,
gobierno represor. Hay cosas que provocan y tratan de generar incidentes
y son ineludibles. Usted no va a salir sin costo de aquello. Si usted
tiene 20.000 personas marchando contra el Palacio de Gobierno ¿qué es lo
que tiene que hacer? ¿dejar que se tomen el palacio de gobierno o
impedir que avancen?. Eso es lo que buscan, ponernos ante hechos
ineludibles para desgastar.
¿Qué haría aquí el Gobierno español si 20.000 personas marchan al
Palacio de la Moncloa? ¿ustedes le ponen rosas en el camino? ¿qué se
hace?. ... Ponen a los gobiernos ante hechos ineludibles para después
poder magnificar las cosas y desgastar a esos gobiernos.
P.- ¿Se está aprovechando la expansión en América Latina
para hacer políticas que necesitaba la región? Y sobre los foros
regionales en América Latina, ¿está Ecuador interesado en la Alianza del
Pacífico?.
R.- Por supuesto, nosotros hemos utilizado ingresos, egresos y eso
ha liberado muchos recursos que antes se iban para hasta pagar por
adelantado deuda, etc. Pero cuidado, hay que mirar si es correcto pagar
deuda. Los contratos petroleros, eran terribles. Ahora la mayor parte de
esos recursos quedan para el país. Negociamos los contratos. Se ha
triplicado la recaudación de impuestos. Eso nos ha permitido generar,
liberar una cantidad de recursos para infraestructuras, salud,
educación, energía, puertos, aeropuertos, seguridad ciudadana, etc. y el
pueblo está teniendo un inmenso cambio en ese sentido.
En cuanto a los foros regionales, las teorías (o las políticas) que
fracasaron en el pasado, las reetiquetan, les ponen una etiqueta nueva y
las presentan como modernidad. Eso es simple neoliberalismo.
La Alianza del Pacífico es un mercado común. Primero, no
compartimos esa visión y segundo, incluso si la compartiéramos, hay que
tener mucho cuidado porque Ecuador no tiene moneda nacional. Son los
principales problemas para negociar también con la UE. Colombia y Perú
tienen monedas nacionales, ellos pueden ceder muchas cosas, pero si ven
que se está importando mucho de España le deprecian la moneda nacional y
se acabó la importación. Pero nosotros no podemos hacer eso.
Y sobre los foros que se están creando, Latinoamérica ha cambiado
profundamente. Los latinoamericanos no estamos dispuestos a ser patio
trasero de nadie. La OEA ha sido históricamente tomada por los Estados
Unidos y Canadá. Es claro que América Latina necesita algo propio (...)
algo cercano a nuestra realidad y a nuestros intereses y por eso se han
creado foros alternativos como la Comunidad de Estados Latinoamericanos,
en la cual hemos puesto muchísima esperanza.
P.- Pero el foro latinoamericano por ahora es más de diálogo político, no hay uno de verdad comercial.
R.- Es que eso es Unasur. CELAC es básicamente un foro político,
como es la ONU. Pero para esa integración integral, con capacidad
operativa, de gestión, vinculante, coordinar políticas, de defensa,
laborales... eso es Unasur. Y se está avanzando. Es verdad, se ha
desacelerado el proceso un poquito en los últimos meses y años, porque
hemos tenido mala suerte. Falleció Nestor Kircher, siendo secretario
general de Unasur. Falleció Hugo Chávez, uno de los principales
impulsores, y al actual secretario, el venezolano Alí Rodríguez, está
gravemente enfermo.
Pero antes de esos problemas puntuales, Unasur avanzó en dos o tres años lo que la Unión Europea en diez al inicio.
Debemos retomar el buen ritmo. De hecho, Mercosur y la Comunidad
Andina deben converger hacia Unasur. Tomará un poco de tiempo pero
deberían converger.
P.- ¿Cómo están los avances sociales en Ecuador?
R.- Los logros son tan impresionantes que ya se conocen como el
milagro ecuatoriano. Nosotros hemos ganado diez elecciones consecutivas,
tenemos un apoyo popular de cerca del 80 por ciento después de siete
años en el poder. Y esto se debe a los impresionantes cambios que ha
tenido el país.
Es una de las democracias más estables de la región, de las bases
sociales más importantes. (...) Somos el país que más reduce la
desigualdad en América Latina. Eso son palabras mayores en la región más
desigual del mundo.
De acuerdo al índice de la ONU, somos de los tres países entre 186
en el período 2007-2012 que más subió en el ránking de desarrollo humano
y el que más puestos ha escalado en el índice de competitividad.
Pero lo principal es que encontramos un país desmoralizado,
destrozado. Después de la crisis de 1999, cuando salieron millones de
ecuatorianos, y muchos vinieron a España, Ecuador era ejemplo de todo lo
malo.
Daba hasta vergüenza decir soy ecuatoriano, pero se ha recuperado
la esperanza, se ve otra actitud, la autoestima y el orgullo nacional
muy en alto y eso es fundamental para salir adelante.
http://www.ecuavisa.com/articulo/noticias/actualidad/59370-rafael-correa-2017-yo-me-retiro
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