Domingo, 16 de marzo, 2014

El
Centro de Investigación en Enfermedades Infecciosas tiene dos laboratorios de
diagnóstico e investigaciones para analizar los parásitos y virus. Vicente
Costales / el comercio Ampliar El Centro de Investigación en Enfermedades
Infecciosas tiene dos laboratorios de diagnóstico e investigaciones para
analizar los parásitos y virus. Vicente Costales / el comercio.
Los nombres son poco conocidos. Se llaman trichuriasus, filariasis
linfática o anquilostoma. Son 15. Todas son de origen infeccioso y la
Organización Mundial de la Salud (OMS) las llama "enfermedades
olvidadas" o desatendidas. En Ecuador, científicos de la Universidad de
las Américas (UDLA) y de la Católica las estudian.
¿Por qué se denominan así?
Porque afectan a muchas personas a escala mundial, pero los países en vías de
desarrollo no tienen los recursos necesarios para tratarlas y estudiarlas. Así
lo señala Jaime Costales, investigador principal del Centro de Investigación en
Enfermedades Infecciosas (CIEI) de la Universidad Católica de Quito.
Por ello,
en Ecuador los investigadores intentan conocer cómo se desarrollan los virus y
los parásitos en los insectos que provocan estas enfermedades. La idea es crear
nuevos fármacos para el tratamiento.
Así trabajan en el Centro de Investigación
Traslacional de la UDLA. Allí, l as células son cultivadas en placas y
colocadas en equipos especiales que simulan un ambiente natural. La
manipulación de estas muestras es cuidadosa. Los especialistas usan guantes y
trajes especiales para protegerse.
Cuando las células crecen, los científicos
de este Centro colocan parásitos de leishmania (otra enfermedad catalogada como
olvidada) para que se reproduzcan.
Sara Cifuentes, investigadora y docente de
esta universidad, indica que en el laboratorio también se propagan virus, como
los que provocan el dengue. La idea es que crezcan en otras células.
"Estas muestras están en un área diferente de los otros cultivos ya que
son microorganismos infecciosos y pueden ser peligrosos", señala
Cifuentes.
Manuel Baldeón,
director del Centro de Investigación de la Universidad de las Américas, habla
del trabajo que realizan en temas de enfermedades olvidadas. Los especialistas
indican que las cepas que son resistentes son tratadas con extractos de plantas
con la finalidad de determinar si son susceptibles.
Por ello, se propagan los
virus o parásitos para tener un 'stock' de muestras y, así, probar medicamentos
nuevos. Según Patricio Ponce, docente e investigador de la UDLA, estos males
debilitan y empobrecen a las poblaciones y regiones afectadas.
El Centro
Traslacional tiene proyectos que están orientados a obtener información
biológica de los vectores del dengue, malaria y leishmaniasis. Estos datos que
se obtendrán de los mosquitos vectores incluirán la resistencia a insecticidas,
el potencial de 'infectividad' y estudios moleculares, y desarrollo de modelos
matemáticos predictivos.
La OMS, en su página web, indica que las enfermedades
tropicales desatendidas afectan a cerca de 1 000 millones de personas en el
mundo y en particular a las poblaciones residentes en zonas de climas tropical
y subtropical. Generalmente se agrupan varias de ellas en una misma región
geográfica y los pacientes a menudo están atacados por más de una. Más del 70%
de los países afectados por estas enfermedades tienen economías de ingresos
bajos o medios-bajos.
La U. Católica también estudia estas afecciones. Una de
ellas, el chagas, afecta al corazón y los órganos digestivos. Costales indica
que para estos análisis, los especialistas recolectan chinches (insecto
transmisor) para cultivar su contenido intestinal. Esto porque el parásito vive
en los intestinos de esos insectos.
Los estudiosos los colocan en medio de un
cultivo con líquidos que tienen los nutrientes necesarios para que el parásito
crezca y se reproduzca. Ana Villacís, entomóloga médica de la Católica de
Quito, sostiene que las antenas y las alas de los insectos, en especial de los
chinches, sirven para obtener los resultados de la morfología, morfometría y
estudios moleculares.
Marco Neira, investigador principal de mosquitos,
menciona que para entender qué enfermedades hay en el país es necesario
comprender y conocer qué insectos pueden transmitirlas. Punto de vista 'El
estudio se centra en cultivos' Manuel Baldeón. Director de Investigación
Traslacional de la UDLA Es importante distinguir a las enfermedades raras y las
olvidadas. Las primeras tienen una baja prevalencia en las poblaciones.
Mientras que las segundas afectan a millones de personas a escala mundial, en
especial a las personas que viven en países en desarrollo y subdesarrollados.
Este tipo de enfermedades tiene carácter infeccioso.
Ecuador, al estar ubicado
en la zona subtropical, registra enfermedades que van desde las infecciones
intestinales por gusanos hasta las que causan problemas cardíacos y daños en la
piel. Por ello, los centros de investigación realizan estudios para determinar
el desarrollo de los parásitos y virus en los vectores. Pero el problema de
estos estudios es que se quedan en pruebas 'in vitro', ya que los científicos
tenemos dificultad para comprar animales para la investigación de nuevos
fármacos locales, así como plantas del país. En contexto Un comité de expertos
de la Organización Mundial de la Salud se reunió en diciembre del 2013 para
recortar una lista de 24 propuestas de investigación provenientes de todo el
mundo. Estas apuntaban a combatir enfermedades que afectan a países en vías de
desarrollo.
http://www.elcomercio.com.ec/tecnologia/investigaciones-enfermedades_olvidadas-dengue-parasitos_0_1102689722.html
http://www.elcomercio.com.ec/tecnologia/investigaciones-enfermedades_olvidadas-dengue-parasitos_0_1102689722.html
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