Domingo 23 de Marzo de 2014
Adolfo
Suárez, hombre clave en la transición política española, falleció hoy
en Madrid a los 81 años de edad, después de sufrir durante años la
enfermedad de Alzheimer.
Político clave en el paso pacífico desde dictadura a la democracia en
España, nació en la provincia de Ávila (centro), el 25 de septiembre de
1932.
Licenciado en Derecho, participó desde muy joven en la vida política,
junto a los considerados "reformistas" del régimen franquista.
En 1975 formó parte del primer gobierno de la monarquía tras la
muerte de Franco, como ministro Secretario General del Movimiento (el
único partido legal del régimen), bajo la presidencia de Carlos Arias
Navarro.
Tras la dimisión de Arias en julio de 1976, el rey Juan Carlos lo
nombró presidente del Gobierno, convirtiéndose entonces en hombre de
confianza del monarca e impulsor de la reforma política que acabó con la
dictadura.
Durante su mandato se aprobó la ley de amnistía, se legalizaron todos
los partidos y sindicatos y se convocaron elecciones libres el 15 de
junio de 1977.
Para esos comicios, Suárez impulsó la coalición Unión de Centro
Democrático (UCD), con diversos grupos que apostaban por una transición
"tranquila" hacia la democracia.
Tras el triunfo electoral de UCD, formó el primer gobierno de la democracia.
En esa legislatura se firmaron los Pactos de la Moncloa, suscritos
por los partidos con representación parlamentaria que permitieron a
España salir de una complicada situación económica.
Además, el Parlamento redactó una nueva Constitución, ratificada por referéndum el 6 de diciembre de 1978.
Todo este proceso se vio amenazado por el terrorismo, especialmente activo en diciembre de 1976 y enero de 1977.
Tras las elecciones del 1 de marzo de 1979, en las que UCD revalidó
su triunfo, Suárez se convirtió en el primer Presidente de Gobierno
constitucional.
Las críticas a su gestión por parte de diversos sectores sociales y
políticos y la crisis permanente en su partido, le llevaron a dimitir
como jefe del Ejecutivo el 29 de enero de 1981.
Un mes después, durante la investidura del nuevo presidente del
Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, se produjo el intento de golpe de
estado, con el asalto al Congreso de los diputados el 23 de febrero.
A su salida del Ejecutivo siguió su abandono de UCD y en mayo de 1982
fundó un nuevo partido, el Centro Democrático y Social (CDS), por el
que fue elegido diputado por Madrid en octubre de ese año.
Entonces, Suárez adquirió relevancia internacional como
vicepresidente de la Internacional Liberal y Progresista, de la que fue
presidente (1989-1991).
Sin embargo, frente a esta actividad internacional, en España el
expresidente se distinguió por sus pocas apariciones públicas y escasa
presencia en los medios de comunicación, hasta que renunció a la
presidencia del partido y a su escaño de diputado en octubre de 1991.
Reapareció en 2003, en un acto político de apoyo a la candidatura de
su hijo, Adolfo Suárez Illana, a la presidencia del gobierno regional de
Castilla-La Mancha por el conservador Partido Popular.
Desde entonces no volvió a aparecer en público, por razones de salud, ya que padecía una enfermedad neurológica degenerativa.
Adolfo Suárez posee múltiples condecoraciones que reconocen su labor
política a favor de la democracia y la reconciliación nacional, entre
ellas, el Collar de la Insigne orden del Toisón de Oro, la orden
dinástica de mayor prestigio del mundo, que le fue entregado por los
Reyes en 2008 en un acto privado.
Fuera de la política, fue presidente de la Fundación CEAR-Consejo de
Apoyo a los Refugiados (1996-2001) y presidente de la Fundación Víctimas
del Terrorismo (2001-2004),
Desde 2009 Adolfo Suárez fue hospitalizado en varias ocasiones por afecciones leves.
La última hospitalización se produjo el 17 de marzo y cuatro días
después, su hijo afirmó en rueda de presenta que su estado de salud era
grave y anunció que "el desenlace es inminente"
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